La investigación sobre el apego y el desarrollo infantil destaca el impacto significativo del apego seguro en diversos dominios del desarrollo. El apego seguro proporciona a los niños la confianza para explorar su entorno, lo cual es crucial para el desarrollo cognitivo, lingüístico y motor (Bárbara Saur et al., 2018).
Los niños con patrones de apego inseguro muestran puntuaciones más bajas en pruebas cognitivas y lingüísticas en comparación con los niños con apego seguro (Bárbara Saur et al., 2018). Un programa que promueve el apego seguro en poblaciones vulnerables demostró efectos positivos en las dimensiones motora, cognitiva, de lenguaje, socioemocional y de autoesfuerzo del desarrollo infantil (Ferreyros Peña, 2017).
Además, una revisión sistemática reveló una conexión significativa entre los trastornos del procesamiento sensorial y el apego, enfatizando la importancia de la visión en el desarrollo social y la comunicación (Bernal Rivas & Avello-Sáez, 2023). 5. Un apego saludable durante la infancia favorece el desarrollo del procesamiento sensorial (Bernal Rivas & Avello- Sáez, 2023).
La calidad de los cuidados proporcionados por los adultos es un factor determinante para promover un desarrollo infantil saludable (Pedreros Soler, 2019). El desarrollo del apego tiene una gran importancia en el desarrollo infantil, ya que el apego es imprescindible para el desarrollo integral, para generar seguridad y confianza en quienes cuidan al niño o la niña. Esta seguridad y confianza va a determinar la exploración y la relación del niño/a con el entorno.
“La figura de apego es la base (como un campamento base), un lugar desde el que partir a explorar y buscar nuevas experiencias, pero la figura de apego también opera como refugio, es el lugar al que volver cuando detectamos una situación de peligro. Base en los momentos tranquilos, refugio en
momentos de peligro».
LA FAMILIA. PONERSE EN SUS ZAPATOS.
La mayor parte de los adultos que contribuyen a generar dificultades en el apego no están actuando de mala fe. La mayoría desconocen o no se plantean los efectos que las pautas de crianza tienen para el desarrollo temprano y futuro de su hijo o hija. Otros adultos pueden creer que sus prácticas no son prejudiciales ya que el bebé no se entera. No es una cuestión de nivel social o educativo. Las clases sociales altas también tienen estas conductas hacia el bebé.
Estos comportamientos también han sido observados en maestros y maestras, personas supuestamente formadas y con una especial sensibilidad hacia los niños y las niñas. Hay muchos mitos en cuanto a la
educación temprana. También mucha evidencia, en la actualidad. Esta evidencia muestra que es importante aquí señalar la falta de información que hay sobre este tema tanto en adultos cuidadores de niños y niñas como en profesionales. Incluso, no hace mucho tiempo, aún se escribían consejos a las familias sobre dejar llorar al bebe para que duerma en la cuna. No coger al bebé para que no se acostumbre a los brazos, etc. No dejar llorar al bebé es fundamental para generar apego. Una de las necesidades primordiales que tiene el ser humano recién nacido es el contacto corporal. Con este contacto el bebé se siente seguro y la mama o cuidador puede transmitir afecto, amor.
El adulto se puede entrenar, en caso de necesidad, para ajustar y respetar el ritmo del bebé y leer adecuadamente sus señales. Los bebés dan señales claras de sus estados emocionales: lloran cuando no están a gusto, también pueden girar la cabeza y no mantener la mirada, dando muestra de querer
terminar una interacción o expresar una incomodidad. Otro síntoma emocional es la excesiva inquietud o el embobamiento, pueden quedar mirando al vacío…
Tanto el vínculo del apego, como la falta o dificultades en su desarrollo va a determinar una estructura neurológica concreta, fruto de la epigénesis. La calidad y cantidad de estímulos que el niño o la niña recibe en la interacción con su entorno va a determinar la calidad de funciones del sistema nervioso
y, por lo tanto, de desarrollo emocional, la regulación del estrés, la exploración del mundo y el desarrollo de la autonomía.
El trato que el bebé recibe en el primer año de vida es fundamental para su vida futura y algunas huellas emocionales no son recuperables. Hay marcas biológicas que sirven de testigo como es el nivel de oxitocina. El nivel de oxitocina en sangre está relacionado con la capacidad para generara
buenos vínculos afectivos y relaciones armónicas. Un estudio muestra a niños y niñas adoptados que habían vivido los 16 primeros meses de vida en una institución y luego fueron adoptados por familias que les ofrecieron todos los cuidados necesarios para su reparación. Cuatro años después los resultados mostraron que los niveles de oxitocina en sangre eran, de forma consistente, más bajos que el de niños o niñas no adoptados. Esto no significa que estos niños no puedan llevar una vida satisfactoria, lo que
muestra la marca que la experiencia temprana deja en el ser humano.